Apaleamientos brutales, envenenamientos y una hambruna entre los perros, debido a las confusas informaciones procedentes de China acerca de un viejo pomerania supuestamente contagiado por el virus y a un buen número de medios digitales que difundieron los rumores de que los perros transmitían el virus del covid19. Estaban comenzando a arraigarse los miedos que alentaron los linchamientos.
Primero, fueron abatidos a disparos o apaleados atrozmente hasta la muerte en lugares como China. Posteriormente, se incrementaron los abandonos en todo el mundo y ahora, sufren desnutrición en la India o Bangladesh debido a la clausura de mercados populares.
En el Líbano la difusión, deliberada o no, maliciosa o no, de una información de una cadena de televisión que sostenía, una vez más, que los perros y los gatos transmiten la enfermedad, desencadenó en actos e imágenes sobrecogedoras de perros agonizando con espuma en la boca por cebos de carne envenenada.
En algunos lugares como Australia, se registraron casos de dueños de mascotas que acudieron al veterinario para pedir que mataran a su perro.
Y debido a la mala información dada por algunos medios, la histeria colectiva desencadena ataques paranoides contra los perros en muchas partes del mundo.
Todo el conjunto de informaciones fragmentarias y falsedades divulgadas por los medios a sido más que suficientes para declarar culpable, en ausencia de pruebas, a nuestros animales más emocionalmente cercanos, los perros.