El moquillo en los perros. Síntomas y tratamiento.

Una de las enfermedades más comunes en perros es el moquillo. También denominada “distemper caninos”, que por desgracia afecta a un gran número de canes en todo el mundo, es una enfermedad altamente contagiosa afectando principalmente a los perros cuando son cachorros.

Es la primera causa de muerte en perros por enfermedad infecciosa.

Moquillo en los perros

¿Que es el moquillo? Síntomas y tratamiento.

Sus síntomas se reflejan entre tres y seis días después del contagio y consisten en fiebre, anorexia y una constante secreción nasal y ocular. Posteriormente, aparecen los vómitos y las diarreas.

Los perros empiezan con secreción ocular (conjuntivitis), moquear y toser, acompañada normalmente con hinchazón de los párpados. Esto hace que a veces sientan molestia por la luz y no puedan abrir los ojos.

Presentará dificultad al respirar por la obstrucción que produce la mucosidad. Si el virus afecta al pulmón, puede desembocar en una neumonitis.

La piel de la nariz y las almohadillas de las patas se endurecen, se secan y se agrietan, provocando descamación.

Le producirá síntomas tales como gastroenteritis, con vómitos y diarrea.

En su última fase afecta al sistema nervioso del perro. Siendo los síntomas más comunes ataques súbitos, tics nerviosos, convulsiones y espasmos musculares que pueden llegar a producir parálisis en algunas extremidades.

No existe ningún medicamento que cure el moquillo, pero si existen fármacos que pueden ayudar a paliar los síntomas y evitar el sufrimiento de nuestro perro. Si sospechamos que pueda haber contraído el virus, llévalo urgentemente al veterinario.

Afortunadamente, para el tratamiento de esta enfermedad existe una vacuna eficaz y los veterinario recomiendan administrarla a sus mascotas de forma preventiva anualmente para evitar contagios. Un perro que no esté vacunado tiene muchas posibilidades de contagiarse.

Si piensas que tu perro puede estar infectado, visita tu veterinario, el mejor que nadie sabrá como ayudarte. Siempre es mejor prevenir que curar.

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